¿Cómo registraremos la época del Corona Virus?

En estos tiempos de Corona Virus he pensado de qué manera la humanidad ha interpretado y registrado otras pandemias. El registro gráfico y literario es vastísimo. Me ocuparé aquí de comentar como se han plasmado las vivencias de la población en momentos en los que a una gran mayoría los ha aquejado la enfermedad en tres obras monumentales: La Biblia, El Decamerón de Bocaccio y La Peste de Camus.

En el libro del Éxodo, La Biblia nos habla de las diez plagas que Jehová envió sobre Egipto como castigo por mantener cautivo al pueblo de Israel. Las aguas del río se convierten en sangre, plaga de ranas, plaga de piojos, plaga de moscas, peste sobre el ganado, úlceras en personas y bestias, lluvia de granizo y lluvia de fuego, plaga de langostas, tinieblas, muerte de los primogénitos. Son las tragedias que caen sobre los egipcios hasta que Faraón “hizo llamar a Moisés y a Aarón de noche, y les dijo: Salid de en medio de mi pueblo vosotros y los hijos de Israel, e id, servid a Jehová, como habéis dicho.” Una de las formas que los seres humanos han encontrado para entender sus desgracias es interpretándolas como un castigo divino, una purga necesaria para limpiarlos del pecado. El sacrificio a través del dolor y la muerte los purificará y acercará más a Dios, obligándolos a cumplir sus designios tal como obligó al Faraón a liberar a los judíos.

Muchos pensarán hoy en día que la propagación del COVID-19 tiene un mensaje encriptado, cada uno le dará una interpretación de acuerdo con sus creencias, desde el castigo de Dios a la humanidad por su iniquidad, hasta las teorías conspirativas.

John William Waterhouse. «A Tale from the Decameron». 1916

En El Decamerón, Bocaccio nos presenta 100 relatos narrados por siete mujeres y tres hombres en diez días de confinamiento para protegerse de la peste negra que azotó Florencia y otras regiones de Europa y Asia en el siglo XIV. Bocaccio cree que la epidemia es un castigo de Dios necesario para el mejoramiento de los hombres y afirma, “ya habían los años de la fructífera Encarnación del Hijo de Dios llegado al número de mil trescientos cuarenta y ocho cuando a la egregia ciudad de Florencia, nobilísima entre todas las otras ciudades de Italia, llegó la mortífera peste que o por obra de los cuerpos superiores o por nuestras acciones inicuas fue enviada sobre los mortales por la justa ira de Dios para nuestra corrección…”

El terror al contagio y el modo de evitarlo que en la pandemia actual han llamado “distanciamiento social” es descrito en la obra de la siguiente manera “Y no digamos ya que un ciudadano esquivase al otro y que casi ningún vecino tuviese cuidado del otro, y que los parientes raras veces o nunca se visitasen, y de lejos: con tanto espanto había entrado esta tribulación en el pecho de los hombres y de las mujeres, que un hermano abandonaba al otro y el tío al sobrino y la hermana al hermano, y muchas veces la mujer a su marido, y lo que mayor cosa es y casi increíble, los padres y las madres a los hijos, como si no fuesen suyos, evitaban visitar y atender.”

Albert Camus en La Peste narra cómo la enfermedad se apodera de la ciudad de Orán en Argelia, en un año indeterminado de la década del 40 del siglo pasado alterando la vida de sus habitantes. La cronología de los hechos es prácticamente idéntica a lo que hemos vivido en las últimas semanas, cuando los gobiernos en lugar de tomar medidas tempranas atendieron el problema cuando el número de infectados comenzó a crecer exponencialmente y se volvió incontrolable, será porque “las plagas, en efecto, son una cosa común pero es difícil creer en las plagas cuando las ve uno caer sobre su cabeza. Ha habido en el mundo tantas pestes como guerras y sin embargo, pestes y guerras cogen a las gentes siempre desprevenidas.” Uno de los pasajes más hermosos de la novela y que para mí encierra el aprendizaje que podemos sacar de situaciones como esta, que nos demuestran que todo es efímero -la salud, las cosas materiales, las circunstancias-, que lo único que permanece y nos sostiene en todo momento son nuestros afectos dice, “Maridos y amantes que tenían una confianza plena en sus compañeros se encontraban celosos. Hombres que se creían frívolos en amor, se volvían constantes. Hijos que habían vivido junto a su madre sin mirarla apenas, ponían toda su inquietud y su nostalgia en algún trazo de su rostro que avivaba su recuerdo. Esta separación brutal, sin límites, sin futuro previsible, nos dejaba desconcertados, incapaces de reaccionar contra el recuerdo de esta presencia todavía tan próxima y ya tan lejana que ocupaba ahora nuestros días. De hecho sufríamos doblemente, primero por nuestro sufrimiento y además por el que imaginábamos en los ausentes, hijo, esposa o amante.”

El impacto del COVID-19 quedará registrado para la historia en los memes que se han esparcido tan rápidamente como el virus, los testimonios en redes sociales que han permitido a la gente drenar la angustia y conectarse con otros en estos tiempos de aislamiento, en la caída de las bolsas del mundo que han experimentado bajas históricas afectando las economías mundiales, y quizás en alguna novela que rece “En el año 2020 un virus se esparció vertiginosamente por todo el planeta. No hubo un solo lugar donde no llegara el virus o el miedo…” que alguien leerá en el 2442.

3 comentarios en “¿Cómo registraremos la época del Corona Virus?”

  1. Me encanta, la manera que has enfocado esta Crisis de la Humanidad…una más en la historia de la Civilzacion…pero que dejara huellas profundas en todos los aspectos de la Vida actual…sobre todo en nuestra mentalidad….

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario